Las almendras son uno de los frutos secos más generosos de la naturaleza. ¡Nos aporta tantísimos beneficios!. Sus propiedades nutricionales son múltiples: contiene minerales, vitaminas, aminoácidos, fibra y mucho más. No obstante es importante saber que como la mayoría de los frutos secos requiere un proceso de activación de sus componentes. Requiere remojo durante al menos unas horas (mejor toda una noche) antes de consumirlos, y posterior a ello quitar la cáscara café que le proteje. Hecho esto, se pueden poner a secar brevemente en un horno, tostar y guardar. O en su lugar, hacer luego de hidratar, una deliciosa leche de almendras casera como la que les indicamos enseguida. Es mil veces mejor que comprar y consumir las leches de almendra industriales.
Ingredientes
- 500 ml de agua
- 150 gramos de almendras crudas sin sal
Preparación: Dejar en remojo las almendras por 8 horas. Cambiar el agua cada 4 horas. Luego, ya hidratadas, botar el agua y quitarles la piel. Así blanquitas, se ponen en una licuadora y se incorporan los 500 ml de agua. Se licúa intensamente por unos minutos hasta que se haya triturado completamente. Colar la mezcla en una malla, gaza o filtro fino de tela. Exprimir despacio y muy bien. Colocar el contenido en frasco de vidrio si se pretende guardar ó consumirla inmediatamente combinada con súper alimentos, con frutas o simplemente sola, ya sea fría o calientita.
Un té chai o una leche dorada, con ese tipo de leche de almendra artesanal tiene un nombre: ¡delicia total!! Energía, calcio, proteína y mucho más.