Cupressus lucitánica Mill. Es hermoso saber que el ciprés históricamente ha sido símbolo del duelo, aunque también de la resurrección, por su resistencia después de un fuerte invierno. En nuestro medio esa simbología adquiere mucho sentido, sobre todo porque en los últimos diez años ha habido una tala indiscriminada del mismo. La variedad que tenemos en nuestras tierras procede de México, y el no ser «nativo» justifica ese crimen ambiental. Personalmente amo al ciprés, porque sus beneficios superan sus inconvenientes.
Es un árbol gigante y valiente que acompaña nuestras montañas desde hace ya más de un siglo, nos protege de los fuertes vientos y alimenta las fuentes de agua. Sus gálvulos maduros, los brotes tiernos y sus hojas tienen propiedades curativas por los principios activos que posee como el cedrol, los flavonoides y taninos. Tiene propiedades estimulantes del sistema circulatorio, es antireumático, antiespasmódico, antiséptico, antiviral y diurético.
Se suele usar en masajes o en baños locales para tratamiento de varices, para hemorroides o incontinencia urinaria. De todos modos, para usos terapéuticos es mejor que consulte, según sea su cuadro clínico, con un profesional de la medicina holística. En nuestra tienda en línea del Herbolario Nahual Kiej tendremos hojas frescas y deshidratadas a su disposición, con sugerencias para su uso.
