Hace poco tiempo me reencontré con la medicina ayurveda. En Guatemala fui a un centro médico ayurvédico y escuché de cursos y eventos en ese campo, pero nunca la tomé verdaderamente en serio. Mi enfoque para entonces era más el de evitar la “toxicidad” en los alimentos. Aprendí a curarme con flores de back, reiki, hierbas del campo, alimentación saludable y acupuntura. Y todo ello está bien. La perspectiva de la medicina de la India, sin embargo, me ha aportado en esta aproximación reciente, muchos aprendizajes, y además, no sólo me ha aliviado algunos malestares circulatorios, sino que me ha puesto en un camino de reconfiguración personal en muchos sentidos.
Como ustedes verán en las referencias que les comparto, la Ayurveda es una medicina tradicional muy antigua desarrollada en la India. Sus beneficios han sido probados por siglos. Es además una medicina amigable, fundada en la constitución misma de la persona y en su alimentación, entre otros aspectos de la vida. Ayurveda significa “verdad duradera”, “Ciencia o Sabiduría de la Vida”.
Por definición la ayurveda entiende la salud como algo más que la ausencia de enfermedad. Entiende que la salud está determinada por el funcionamiento integrado de mente-cuerpo-espíritu. Permitir que la simbiosis que por constitución humana tenemos con la totalidad de la naturaleza y el cosmos fluya es el principio básico de la salud. Los cambios planetarios, así como las relaciones que establecemos en la vida cotidiana con otras personas y seres, son fuente de energía. Por eso afectamos y somos afectados por el conjunto de la naturaleza y de los seres vivos. Según la ayurveda, poner todo eso en equilibrio es la clave de la vida saludable.
Les dejo referencias de lectura para profundizar en esta sabiduría. En Rutinas Saludable les comparto una serie de recomendaciones generales que les puede ser de utilidad para iniciar. De todos modos, si les interesa recibir un tratamiento específico, pueden comunicarse con Deva Backti, especializada en terapias ayurvédicas.
