foto medicina maya

Medicina maya

Durante los años vividos en Guatemala nunca estudié a fondo la Medicina Maya.  Disfruté de muchas de sus terapias y rituales con mis amigas y amigos mayas.  Esa experiencia fue asentando en mí una consciencia distinta de la vida y la salud. Por eso años después me interné en esa sabiduría.

Lo que se conoce como medicina maya, es un modelo de atención en salud que se estructura bajo lógicas diferentes al sistema médico occidental.  Los pueblos que habitaban el continente, previo a la invasión española, habían desarrollado un conocimiento muy amplio e integrador en torno a la salud. Desde la medicina maya, la salud-enfermedad se entiende como la capacidad de entender y tratar la vida misma como el necesario equilibrio entre el cuerpo, el alma, la madre naturaleza y el universo.  El equilibrio representa salud y el desequilibrio, enfermedad. Desde esta perspectiva la salud va más allá del bienestar físico.  Se trasciende la clásica perspectiva occidental tan enfocada, en su práctica médica, en los procesos y eventos fisiológicos.

La salud, además, desde la medicina maya, está implicada en los procesos de convivencia social.  No basta la salud individual, es fundamental lograr procesos de salud para todos y todas. De modo que las relaciones sociales son determinantes en los estados de salud individual.  La forma como se estructuren y manifiesten esas relaciones va a influir en mi salud personal, sean familiares, laborales o de otro orden, y viceversa, mis relaciones y estado individual inciden en la comunidad. En este sentido, los mecanismos para lograr el equilibrio (sanación) tienen que ver en principio con un sentido de pertenencia a una familia, una comunidad y grupo cultural, también con un entorno natural y con el cosmos. Por eso son especialmente importantes los tratamientos herbolarios, así como las prácticas espirituales y los rituales sociales propios de la cultura.   Es común el uso de plantas medicinales, la realización de ceremonias en montes sagrados como parte de los procesos de sanación, así como acudir, en caso necesario, con terapeutas indígenas tales como comadronas, curanderos-as, guías espirituales mayas, sobadores, “pone huesos” y otros.

La función del terapeuta no se legitima por la vía exclusiva del conocimiento técnico, sino de un conjunto de factores que moldean y determinan su actuación dentro de la comunidad o grupo cultural. En primer lugar está determinado por la misión que el calendario maya le asigna a esas personas (su nahual, su misión, su destino e identidad), y luego por sueños, intuiciones y señales que inducen a cumplir ese rol dentro de la comunidad.

Cada una de las y los terapeutas tiene conocimientos específicos de acuerdo a su especialidad. Y por tanto, posee técnicas propias de diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud.  Conocimientos que, además, han aprendido de sus antecesores o ancianos médicos de la comunidad. Este conocimiento lo adquieren por la vía de la práctica y la observación participante. Son conocimientos que se han trasmitido de generación en generación y forman parte de una cultura viva. Un factor importante es la confianza y reconocimiento que logra tener dicho terapeuta con la población, en tanto no solo es visto como “agente de salud”, con un conocimiento socio-cultural y médico específico, sino que él o ella misma son parte de la cosmovisión y modo de entender la vida en el entorno cultural.

Si usted quisiera saber más sobre medicina maya le recomiendo estos link.

Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *