Moringa Oleifera denominada comunmente “árbol de la vida” es una especie arbórea originaria del sur del Himalaya, de la India y países vecinos. En la actualidad es conocido y consumido en todo el mundo. Del árbol se extraen productos alimenticios naturales importantes para fortalecer la salud. Las hojas, las raíces, las flores, y las vainas inmaduras de este árbol, y el aceite derivado de las semillas se utilizan como componentes alimenticios altamente nutritivos.

Según un estudio de la FAO (2009), el contenido de proteínas es superior al 25 % (tanto como el huevo y el doble que la leche) y tiene cantidades significativas de calcio (cuatro veces más que la leche), hierro, fósforo y potasio (tres veces más que los plátanos), vitamina A (cuatro veces más que las zanahorias) y C (siete veces más que las naranjas). El contenido de potasio es tres veces superior al contenido en los plátanos y también posee cantidades significativas de hierro, fósforo y otros elementos. La semilla contiene un 40 % de aceite, de alta calidad, poco viscoso y dulce, con un 73 % de ácido oleico, similar al aceite de oliva (FAO, 2009).
La Moringa Oleífera, por tanto, tiene propiedades antibióticas, antiespasmódicas, anti-inflamatorias, antiulcerosas, hipocolesterolémicas e hipoglucémicas. Las hojas deshidratadas o en polvo se consumen como súper alimento. Se aconseja consumir una cucharada rasa de la hoja molida diariamente a manera de infusión ó mezclada en refrescos de fruta natural, batidos con leches vegetales, yogurt o sopas de vegetales. Existen en el mercado infinidad de recetas posibles. Para mi es una de las plantas más amadas.
Consulte en recetas saludables otras sugerencias de consumo de este producto.
