Hace algunos años empecé a aproximarme más a las sabidurías de la India, y por supuesto, a la medicina ayurvédica. Mis conocimientos y mi simpatía por lo que conocía como “medicina natural” encontraron en esa sabiduría una caja de sorpresas y novedades. Empecé a incorporar algunas de sus prácticas y mi salud dio un giro favorable importante. Sobre todo porque a partir de entonces, la salud se enfocó mucho más en la alimentación y se asoció a una serie de pequeñas prácticas de autocuidado, jamás tomadas en cuenta con seriedad y de manera sistemática en mi trayectoria de vida. Voy a compartirles una rutina personal inspirada en la ayurveda que en tiempo de pandemia me ayudó a sobrellevar mis malestares físicos y emocionales.
- Levantarse temprano, entre 06.00 y 07.00h.
- Dedicar al menos 5-10 minutos a la introspección personal (meditación, oración u otros ejercicios espirituales)
- Una vez levantados, ir al baño, observar la lengua (notar si tiene una capa blanquecina, marrón o amarillenta, lo cual indica la presencia de toxinas). Limpiar la lengua con una cucharita, utilizada al revés, raspando suavemente de atrás hacia delante.
- Cepillar los dientes.
- Tomar un vaso de agua caliente (ojo: hervida durante 15-20 min a fuego lento). Se le puede añadir un trocito de jengibre fresco, parar estimular la digestión. El agua hervida cambia su estructura molecular, se hace ligera y penetra en los tejidos del organismo, actuando con un efecto de raspado suave, eliminando toxinas adheridas en los tejidos. Mejora la digestión y ayuda en casos de estreñimiento.
- Hacer un enjuague bucal con aceite de coco, y escupir el aceite. Eso ayuda a fortalecer las encías, evita sangrado y controla bacterias.
- Es deseable que a primera hora se puedan eliminar productos de deshecho ( heces-orina) y observar la consistencia de las heces y la orina. Si las heces son pegajosas, mal olientes y se pegan en la pared del retrete, indica la presencia de toxinas en el cuerpo, así mismo si se percibe un olor penetrante de la orina. En cambio, si las heces flotan en el agua, es señal de que hay poca presencia de toxinas en el cuerpo.
- Antes de la ducha matutina, aplicar aceite de sésamo templado en todo el cuerpo (u otro aceite vegetal de alta calidad como el de almendra o de coco mezclado con otro aceite esencial floral). La oleación matutina diaria, tiene beneficios altamente nutritivos y rejuvenecedores parar los tejidos a nivel celular.
- Durante la ducha, estimular todo el cuerpo con un cepillado de piel en piernas, cuerpo y brazos. Espalda y tobillos es fundamental. También un masaje en la cabeza y suavemente en las articulaciones del rostro.
- Después de la ducha ponerse ropa cómoda y dedicar 15 min a Yoga, meditación o Thai Chi básico (en la web hay un «tai chi para principiantes» muy fácil de seguir y aprender).
- Luego, desayunar con tranquilidad y acorde a la propia constitución (según su Dosha). Tomar frutas siempre antes del desayuno o entre las comidas, nunca durante o después de las comidas. Causan un proceso de fermentación intestinal, cuyas toxinas “ama” se depositan en los tejidos y órganos.
- Mantener hábitos de alimentación saludables –ojalá según Dosha- que se adapten al ritmo diario de trabajo. Procurar comer siempre a la misma hora y cenar temprano. Si se logra incorporar el ayuno intermitente, es excelente complemento, sobre todo evitando la cena nocturna.
- La comida principal debe ser el almuerzo y por la tarde un refrigerio pequeño saludable.
- Al llegar la noche tomar un vaso de agua caliente con una pizca de cúrcuma.
- Antes de cepillarse los dientes por la noche, limpiar la lengua de nuevo.
- Al acostarse, efectuar Nasya con aceite de sésamo templado. Nasya es la introducción de dos gotas de aceite, en cada fosa nasal. Facilita el sueño, mejora la concentración y ayuda en casos de migraña, insomnio y sinusitis.
¡Feliz descanso!
